Te deseo felicidad y amor
Ayer compré un libro de segunda mano en la Librería Alcana únicamente por la dedicatoria que había escrita en él. El libro es la duodécima edición de las Poesías completas de Antonio Machado en la colección Austral (número 149) y en la dedicatoria se puede leer Te deseo felicidad y amor, firmado por una tal Rocío y con fecha del seis de marzo de 1971.
Han pasado casi 42 años desde que Rocío regaló ese libro. No conozco la historia que hay detrás pero me resulta fácil imaginarme lo ocurrido. Rocío y ÉL llevan saliendo un tiempo pero ÉL se va a hacer la mili a Algeciras y aquella tarde después de la doble sesión del Metropolitano le dice lo inevitable: se terminó. Rocío, que es la hermana menor de tres hermanas se pasa una semana encerrada en casa sin salir sufriendo ataques de ansiedad. El día en que ÉL va a partir en tren hacia Algeciras ella se presenta en la estación con el libro envuelto en un bonito pañuelo empapado de su olor y se lo entrega minutos antes de que parta el tren. Te deseo felicidad y amor. ÉL nunca llegó a leer del libro más allá de la dedicatoria pero nunca se separó de ese pañuelo.
Ayer iba pensando en esta historia cuando entré al último concierto de Nadadora en el Teatro Lara de Madrid (aquí podéis leer la crónica de The Lost Dreamer para bSides) y no dejaba de pensar en ello y en mi huida de Barcelona con cada uno de los temas de Luz, Oscuridad, Luz. Ya llevo seis meses en Madrid y supongo que ella tenía razón. Y yo, aunque no tengo un libro que regalarle, solo le deseo felicidad y amor.
Me susurraste: «Te olvidarás de mí, lo sé» / Aquella tarde te alejaste para no volver / para no volver.
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