Brevísimas impresiones sobre el Asha 210
La nueva gama básica de Nokia, Asha, será la responsable de un cambio tan sustancial en la manera de comunicarse en los países en vías de desarrollo como el iPhone Edge y sobre todo el 3G lo fueron en la sociedad occidental. A día de hoy a todo el mundo le parece trivial tener Internet en su terminal móvil, poder comunicarse via whatsapp o mensajes de Facebook con sus amigos, contestar un correo electrónico en movilidad o poder escribir en twitter allí donde esté. Este cambio en el paradigma de las comunicaciones personales se ha dado en los últimos 5 años… pero solo en el primer mundo, donde el precio de los móviles no supone un problema para la mayoría de las personas. Y es que la gama Asha de Nokia no busca hacerse un hueco entre nosotros, sino entre aquellas personas con pocos recursos que quieren poder estar conectados con el mundo a través del cordón umbilical que es la Red.
Asha 210 es un terminal dual, característica poco valorada en Europa pero crucial en India y Asia, con una autonomía de 46 días en standby, fabricado con materiales baratos pero con un acabado robusto, un diseño cuidado (¿quién dijo que lo barato tiene que ser cutre?) y que se ofrece en varios colores (amarillo, negro, magenta y blanco). Este modelo no cuenta con colectividad 3G, pues el objetivo no es competir con los terminales de gama alta sino proporcionar sobre todo un funcionamiento básico en mensajería instantánea, aunque sí que tiene Wifi b/g. El teclado es qwerty completo y con varias teclas de función (pulsar la barra espaciadora unos segundos activará la wifi y nos llevará al menú de colectividad para seleccionar alguna de las existentes) y nos llaman la atención el botón de de la cámara y sobre todo el botón de acceso rápido a Facebook o Whatsapp (en Europa y Latinoamérica será Facebook) situado a la izquierda del botón principal. El modelo que yo tengo es la versión de Facebook y el funcionamiento del botón es el de ser únicamente un lanzador de la aplicación (lamentablemente no hay por ningún lado posible configuración del botón para sustituirlo por twitter u otras aplicaciones rápidas). En la pantalla de inicio, por contra, sí que nos encontramos con múltiples funciones, como la posibilidad de elegir la SIM o las aplicaciones de acceso rápido. El terminal incluye una cámara trasera muy básica (ver foto abajo), aunque cumple su función para compartir una captura rápida de alguna escena que nos interese. No incluye, lamentablemente, una cámara delantera para videoconferencia, imagino que dicha decisión va ligada al abaratamiento de costes y también a la ausencia de 3G. Es de suponer que en un futuro, cuando todo el mundo tenga un smartphone básico, el salto irá por ahí y por tener a todo el mundo en Skype / FaceTime. Pero de momento seguimos en el presente.
Fotografía de la playa de Cascais al atardecer con el Asha 210
Asha es una variación del tan odiado S40 de Nokia, con unos menús toscos y noventeros, muy alejados de los últimos sistemas móviles (actualmente estoy usando Android 4.3 en el Nexus 4 e iOS7 en el iPad mini y obviamente estos sistemas no juegan en la misma liga). A pesar de la simpleza del sistema operativo el terminal cumple, no es especialmente rápido pero just works. Dispone de una tienda de aplicaciones desde la cual podemos bajarnos whatsapp, Facebook y el resto de aplicaciones básicas en unos segundos y por defecto tenemos instaladas algunas como un conversor o la radio (para la cual necesitaremos unos auriculares cualquiera que hagan de antena). Las aplicaciones no son demasiado complejas, siendo la de twitter correcta, la de Whatsapp también está bien (en teoría el terminal incluye la gratuidad del sistema operativo de por vida, aunque en mi instalación me indicó que solo tenía 6 meses gratis de prueba), pero la de Facebook es quizá excesivamente simple y el navegador es el Nokia Xpress, pensado para la compresión de datos y no para tener una experiencia de navegación completa. En resumen se podría decir que tiene lo básico de lo básico (de momento no hay Instagram, no).
Las impresiones del Asha 210 son buenas cuando uno sabe lo que está comprando: un excelente segundo terminal o terminal de emergencia, con posibilidad de doble SIM (interesante para viajes al extranjero) y cuya autonomía nos permitirá olvidarnos por unos días del cable de la mesilla noche (festivaleros, aquí tenéis el móvil definitivo para estar 5 días en Benicàssim sin preocuparos de no poder twittear lo bien que lo estáis pasando); o bien un móvil para madres que quieren probar «eso de whatsapp» y empezar a dar el salto al siglo XXI de las comunicaciones móviles pero sin gastarse 300€ en un smartphone de gama alta que apenas usarán. El precio ronda los $72 en los países en que de vende, aunque de momento el precio más barato que he visto por aquí ha sido a través de Amazon Italia por 80€ puesto en casa en 5 días (y con enchufe español) aunque parece que pronto The Phone House lo va a distribuir por 79€ en España. Pero si lo que estáis buscando es un móvil principal para un uso intensivo deberíais olvidaros de la gama Asha y optar por los Lumia e ir directamente a por el Nokia Lumia 520 que cuesta alrededor de 160€.