Febrero

Iba a escribir una larga y sesuda entrada sobre el ocio multimedia en el transporte público de las grandes ciudades al hilo de esta entrada en El ojo fisgón, al hilo de los trayectos que gente como @ladymandona tiene que hacer los días en Barcelona (20 minutos de FGC y 30-35 de autobús ida / vuelta) o Carmela ahora que vive en Suiza. Iba a escribir de cómo lo que siempre llevamos encima es nuestro teléfono inteligente (salvo excepciones), que cada vez más y más gente tiene una tableta para uso propio (sea iPad o no) ahora que ya se ha pasado un poco el furor del Kindle (y algunos incluso lo hemos perdido) y que en 2014, con toda las posibilidades tecnológicas disponibles debemos elegir qué hacer en función del tipo de viaje, modo de transporte y duración del mismo: Leer un libro o continuar en el punto guardado ya sea en el dispositivo Kindle o en su excelente ecosistema de aplicaciones, consultar nuestras redes sociales (y hablo en plural porque hay dos, Facebook y twitter), chatear por WhatsApp (o Facebook Messenger o Hangouts o el interesante Telegram), responder nuestro correo, ver una serie de 20 o 40 minutos, o jugar al último juego de moda (no, ese otro no). Iba a escribir -decía- pero es febrero y yo estoy de exámenes, vuelvo a tener otra vez 20 años y no puedo perder el tiempo en actualizar este blog que ya nadie lee, en el que ya nadie se fija para contar algo que a nadie importa. Cómo se me ha podido ocurrir que podría escribir sobre eso. Cómo.

 

12. febrero 2014 por José Luis Merino
Categorías: General, Literatura, Películas, Reflexiones, series, tecnología, videojuegos | Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 2s comentarios

Comentarios (2)

Deja una respuesta

Los campos obligatorios están marcados con *


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.