Summertime
Llega el verano, los amigos se despiden y unos te dicen que se van al pueblo, a seguir una vieja tradición. Tú eres de ciudad, no puedes comprenderlo. Otros te restriegan una beca del Mec para chicos necesitados (hijos de médicos e hijos de… en la mayoría de los casos) para irse noventa días a un país germanoparlante. Auf Wiedersehen. Tu novia se va con sus padres a recorrer Europa en vuelos business class y luego un mes en el pueblo de su madre, donde en agosto no es raro que se ponga a nevar. Tú eres de ciudad, no puedes entenderlo. Y mientras tú acabas junio a principios de julio, con la cuenta corriente casi en negativo y debes decir que no con una sonrisa a esas vacaciones en apartahotel en Benidorm. Tío, ¿por que no vienes? Lo pasaremos genial. Y dos meses por delante en casa otra vez, tu madre diciéndote que tengas cuidado, que no vuelvas tarde a casa, que no bebas mucho. Hijo, no hace falta beber para divertirse. Tu padre llega a casa a eso de las tres, siesta de media hora y de nuevo a la calle, a cuidar la finca y a entretenerse con los animales, la tierra y arreglando cosas. ¿Pero de verdad que no quieres venir? Es que yo de esas cosas no entiendo, ya sabes, soy un chico de ciudad.
Nota: La fotografía original se llama Verano y es de rodolfo @bud.
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