La tecnología en mi vida
Hace poco me comentaba Christian Supiot algo así como «eres un adicto a la tecnología» y lo hacía porque el día anterior se había presentado el iPhone 3G en la keynote de Steve Jobs y yo ya he comentado a algunas personas que me voy a comprar ese terminal casi seguro (para ello me pasaría de Vodafone -mi contrato de permanencia acaba ya- a Movistar y pagaría la cuota correspondiente, que aún no se sabe cuál será… pero si no es excesivamente alta -como tope pongo 35€ / mes con tarifa plana de datos- lo compraré).
¿Soy un adicto a la tecnología? No sé si la pregunta está bien formulada, pero voy a tratar de explicar un poco qué elementos uso para navegar y estar conectado con el Mundo Real™.
Teléfono móvil:
Me resulta difícil pensar en mi vida sin un dispositivo móvil, ¿no habéis tenido una extraña sensación cuando un día os dejáis el móvil en casa o se os acaba la batería? ¿no os sentís un poco aislados? Sí, seguro que habéis tenido esa sensación.
Ahora mismo tengo un Sony Ericsson v630i (llevo año y medio con él), un teléfono sencillo, pequeño, sin pretensiones y muy básico. Puedo llamar (también videollamar), mandar sms y mms, conectarme a Internet por 3G (pagando dinero, claro) y compartir archivos por bluetooth. Lo que viene siendo un teléfono de gama media-alta de hoy en día. Y sí, quiero el iPhone 3G con una tarifa plana de datos para poder conectarme con él cuando no tenga wifi cerca y poder leer mi correo, twittear y estar un poco conectado.
En los últimos días mucha gente ha comenzado a decir que es un teléfono demasiado caro y lo es si lo único que intera es recibir llamadas y usarlo como iPod, el iPhone 3G está diseñado para estar conectado siempre.
Actualizado: Finalmente tengo un HTC Touch Diamond (que Vodafone amablemente me ofreció por 69€ cuando me quise ir de su compañía al haber finalizado el contrato)con el que estoy realmente contento.
Ordenador principal
Hace año y medio perdí todo el contenido de mi disco duro (fotografías, textos, música…), el que hasta entonces había sido mi primer (y único) ordenador durante 6 años murió, así que me compré por piezas un ordenador relativamente barato y es con el que trabajo actualmente. He ido comprando un teclado (de Logitech y ultra-delgado, además salió barato, 15€ teclado y ratón, aunque el ratón murió), otro giga de ram, unos altavoces 2.1 de Creative (T3100), un disco duro externo de Seagate (500GB más donde almacenar música, películas y series -tengo 840GB de disco duro ahora mismo-) y mi última adquisición (hace apenas un par de semanas) es un nuevo monitor de 20» paranorámico, Samsung y con numerosas entradas (vga, dvi, hdmi) y me parece precioso.
Así que mi escritorio a día de hoy queda así, ¿qué mejor forma de trabajar cómodamente que teniendo encima de la mesa lo que uno quiere tener?
Ordenador secundario
Desde hace un par de semanas tengo un portátil y no, no es un Macbook de 13» o un Dell Vostro, sino el famoso ultraportátil de Asus, el Asus Eee Pc de 7», 4GB de disco duro y 512 de ram (el precio de venta con Xandros -una distro de linux- es de 299€). Estuve pensando mucho tiempo en si me merecía la pena comprarme un ultraportátil o un portátil «como Dios manda» y la verdad es que su peso ligero (no llega a 1kg) y la comodidad de poder llevarlo a todas partes como si de un libro se tratara hizo que me comprara este pequeñín.
Ahora no me separo de él, lo llevo a la biblioteca casi todos los días para escribir, navegar por Internet para buscar información o poder estar en contacto con la gente y no tener que usar el móvil, que para algo tenemos Wifi en la la facultad.
Básicamente con esos tres elementos (móvil, ordenador y portátil) hago todo lo que se puede hacer, ¿soy un adicto a la tecnología? No lo creo, pero sí que me gusta tener buenos gadgets con los que trabajar o disfrutar (ver películas en alta definición en mi nuevo monitor es una gozada) y bueno, supongo que todos buscamos hacernos la vida un poco más fácil a la hora de trabajar, ¿no? Eso sí, no siempre la comodidad o el diseño vienen ligados a unos precios asequibles, así que cuidado con lo que hacéis con vuestro dinero.
Pingback: Desde este otro lado » Breves conclusiones del uso de ultraportátiles
Pingback: Desde este otro lado » Ya soy maquero