Into the night
En Castilla es común ver por las mañanas los coches y los tejados cubiertos de una fina capa de hielo. Hace frío ahí fuera. Guantes, bufandas, gorros de pelo, cucuruchos de castañas recién sacadas de la lumbre… cualquier cosa vale.
El jueves estuve con D. y E. en la última noche de humo que he vivido en mi vida. Llegué a casa con olor a tabaco en el pelo y en la ropa. D. me hablaba del frío que hace en Finlandia, de la nieve por las calles, de que allí nadie sale fuera a fumarse un cigarro –hace demasiado frío, me dice- y de la importancia que tiene un gorro para no morir en las calles de Helsinki.
En Barcelona no hace mal tiempo. Todos con los que me cruzo siempre me dicen que si no tengo frío indicando que llevo el abrigo abierto. Una sonrisa y les digo que no, que esto no es frío, que en Castilla esto casi sería buen tiempo en las noches de invierno. Y por eso mismo quiero comprarme una gabardina de entretiempo.
Ahora pienso en la noche y en Finlandia y en el vaho que debe de haber por las mañanas en los cristales y en el hielo y la nieve que impide a los hombres mover de las calles sus coches en varios meses. D. me contaba que tiran la nieve al mar. Y que el mar está completamente congelado, como si de una gran pista de patinaje se tratara. Miro de reojo el calendario y pienso que quizá me venga mejor comprar un buen abrigo en las rebajas.
04. enero 2011 por José Luis Merino
Categorías: General, Reflexiones |
Etiquetas: abrigo, Barcelona, Castilla, Finlandia, frío, gabardina, Helsinki, humo, vaho |
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