Carpe Noctem

Carpe noctem, dicen.

Y ellas hacen la vendimia y venden sus pezones como uvas. Y las lunas se les clavan en sus ojos de esquirlas y lamen la sangre que cae de sus anhelos tan
l e n t a m e n t e.

Quien juega con fuego, dicen.

Y a ellas no les importa quemarse saltando una tras otra hoguera.
Saben que la mujer es de noche y el hombre es de día.
Saben que la mujer es húmeda y fría y que se hacen espuma de mar sus deseos.
Saben que no son brujas y por eso enseñan todo el polvo que guardan en sus camas y esconden escobas. Escobas que hacen volar, dicen. Escobas que son pelos de coño muy rizados, como pasados por fuego.

Os cortaremos las alas, dicen.

Y ellas ríen con su cuerpo vendido. Porque son ángeles del diablo, cuerpo vendido y alma vendida. Epístolas de sello rojo.
Y vuelan con el pecado de la lujuria y una virtud de luna creciente.
Y ellas vuelan y vuelan, las prostitutas del hambre, con el deseo entre las piernas y una promesa de dormir siempre sucias. Y vuelan. Y hacen la vendimia de sus pechos y escancian el vino como fruta madura que también es pecado y toda la espuma de su sangre derramada. Y mar. Porque es de noche. Y sólo de día, carpe diem, los hombres secos y calientes como los desiertos que atraviesa la mente serán capaces de cortarles las alas o fundírselas en un gemido, como hiciera Ícaro.
Los hombres son sólo hombres. Y desde el templo de Apolo las prostitutas del hambre les ofrecen sus alas para la noche, sólo para la noche.

(Carpe Noctem, Ana Muñoz)

Este poema (y otros cuántos más) de la señorita Ana Muñoz se pueden encontrar en la antología Parque de atracciones que se presentó el pasado fin de semana en Zaragoza. No he leído el libro (esperando a que la señorita Muñoz me responda un e-mail 🙁 ), pero sí varios de los poemas de casi todas las poetas y bueno, hay de todo, personalmente lo mejor de todo es el libro en sí: muy, muy bonito y muy cuidado (y si no estoy equivocado, creo que cuesta menos de 10€).

Un poco de poesía para animar este falso domingo de jueves y ahora a salir a la calle (15 ºC dice mi ordenador que hace fuera) a saltar entre el silencio de las baldosas sucias hasta encontrar un hueco en donde poner los apuntes y los libros que uno deja siempre para el final.

Que pasen ustedes un buen falso domingo de jueves. ¿Y mañana falso lunes de viernes? Para mí, por suerte, no.

01. mayo 2008 por José Luis Merino
Categorías: General, Libros, Literatura, Poesía | Etiquetas: , , , , , | 2s comentarios

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