(Musicalmente) me acuerdo
Me acuerdo de «La del Pirata Cojo» y la interminable pista 1 del Tubular Bells en casa de mi abuela.
Me acuerdo de Ismael Serrano y de aquella canción.
Me acuerdo de los botellones con música de fondo en la fiestas de Palencia.
Me acuerdo del horrible calor, los baños marrones y las tiendas de campaña de Benicàssim.
Me acuerdo de Rufus Wainwright cantando un Hallelujah que me puso la piel de gallina.
Me acuerdo de Santi Campos y de sus Amigos Imaginarios y de mi primer concierto acreditado.
Me acuerdo de la primera vez que vi a Nacho Vegas en directo, al fondo del Café España. Me acuerdo de llegar tarde.
Me acuerdo de un sobre con los discos de Manolo Tarancón.
Me acuerdo de la primera vez que escuché una canción de Manos de Topo.
Me acuerdo de quedarme afónico gritando las letras de Love of Lesbian.
Me acuerdo de la sonrisa de Zahara.
Me acuerdo de aquel concierto, en el que sentados, descubríamos a Jonquil.
Me acuerdo del sonidito del súper-Mario que salía de las manos y del pedal de David Thomas Broughton.
Me acuerdo de cómo cantaba Alfredo González en un piano que pedimos prestado en Oviedo a altas horas de la madrugada.
Me acuerdo de la madre que parió a las quechua y de cómo casi no conseguimos doblarla.
Pero no me acuerdo de un momento importante de mi vida que no esté ligado de alguna forma a la música.
(porque hoy he tenido un momento «me acuerdo» de ciertos momentos musicales y me apetecía dejar por escrito algunos de ellos; sé que muchos tendrán momentos musicales más interesantes, así que al ver esto a lo mejor se animan a escribir los suyos)
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