Brevísimas impresiones sobre BiciMAD

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El 23 de junio comenzó en Madrid el sistema de alquiler público de bicicletas llamado BiciMAD (bicicleta + Madrid) cuya particularidad frente al resto de sistemas de alquiler público en España es que las bicicletas son eléctricas para ayudar a los ciclistas con los grandes desniveles de la ciudad (que van de los 570 metros a orillas del Manzanares a los 700 metros de la calle Fuencarral).

BiciMAD es el nuevo medio de transporte público de la ciudad de Madrid, un servicio prestado al 100% con bicicletas eléctricas, práctico, sencillo y ecológico.

El objetivo de BiciMAD es proporcionar un elemento alternativo de transporte limpio y saludable al ciudadano y fomentar el uso de la bicicleta en la ciudad. El sistema lo componen, en su primera fase:

1560 bicicletas
3.126 anclajes
123 estaciones

Cuando salió BiciMAD sabía que tenía que probarlo y varias personas me pidieron que por favor escribiera un Brevísimas impresiones… sobre ello. Cuando escuché el episodio #14 de Error de Conexión (uno de los podcasts que ya os recomendé) y los problemas que tanto Nahúm como Andrés tenían con el sistema pensé que eran un poco exagerados, no quería creerme lo de las 12 pruebas para obtener el carné de BiciMAD pero he podido descubrir por mí mismo que tenían razón.

 

La odisea de conseguir una bici de BiciMAD

1. Registro

En la actualidad tenemos que registrarnos a través de la web de BiciMAD ya que no es posible hacerlo en los tótems (también han deshabitado la opción de uso ocasional). Cuando nos registramos nos pedirá nuestros datos personales y si tenemos abono de transporte deberemos meter el código que aparece en la tarjeta roja para obtener el descuento (el precio anual del abono BiciMAD son 25€, pero si tienes el abono de transporte son 15€). En ese momento también podemos realizar una primera recarga y yo decidí recargar 10€.

2. Código de registro

Cuando me registré en BiciMAD pensé que recibiría automáticamente el código de registro para acercarme a cualquier tótem a por mi tarjeta… pero no. Tardé 5 días en conseguir el código y no fue hasta que puse 3 reclamaciones en el servicio de atención al ciudadano de Madrid (teléfono 010 / 900 50 54 63).

3. Expedición de la tarjeta

En mi caso no tuve problemas para obtener la tarjeta, fue meter el código y  la máquina me dio una bonita tarjeta negra.

Tarjeta BiciMAD

4. El saldo

Cuando fui a sacar mi primera BiciMAD no pude hacerlo y fue entonces cuando me di cuenta que esto sucedía porque en mi cuenta aparecía como que no tenía saldo (a pesar de los 10€ de recarga iniciales). Así que me tocó llamar otra vez al servicio de atención ciudadano y volver a poner otra incidencia…

5. ¿Y dónde coger una bici?

En una primera fase tenemos 123 estaciones repartidas por toda la ciudad y que nos pueden parecer un montón pero si nos fijamos en el mapa hay una gran franja en la que no aparece ninguna bicicleta… ¿la veis? Sí, efectivamente, han dejado fuera de la primera fase toda la zona de Madrid Río, ese nuevo gran pulmón de Madrid cuya obra seguirán pagando nuestros hijos. Y no, no me quejo de la ausencia de BiciMAD en la zona del río porque sea precisamente la zona en la que vivo, sino porque es una zona ideal para ir con la bici y no hubiera costado demasiado poner un tótem a cada uno de los lados de los grandes puentes que unen ambas orillas, desde Príncipe Pío a Matadero, por ejemplo. Tampoco hay bicicletas más arriba de Bilbao, supongo que porque «el centro de Madrid» termina ahí.

 

plano bicimad

Una vez superada esta odisea para obtener el carné y el saldo ya estaba preparado para conseguir mi primera bici y dar un rato una vuelta por la ciudad. Madrid es de las pocas ciudades europeas que cobran la primera media hora de bici, lo que puede suponer una medida disuasoria para muchos ya que sea cual sea el uso que se vaya a hacer nos cobrarán 0,50€ por esa primera media hora (bueno, si dejamos la bici en una estación deficitaria -con pocas bicicletas- serían 0,40€). En Barcelona la primera media hora de uso del Bicing es gratuita y eso hace que mucha gente solo use el servicio para viajes realmente cortos (en mi caso utilizaba el Bicing para ir al trabajo todas las mañanas, un trayecto que no me solía durar más de 20 minutos y por el cual no pagaba nada más allá del abono anual).

¿Por qué se cobra desde la primera media hora?

La experiencia contrastada con otras ciudades recomienda cobrar la primera fracción de 30 minutos. Así se evita que la bici pública recoja los movimientos cortos que realizan andando muchos ciudadanos, ya que el objetivo del Ayuntamiento es reducir los viajes que se efectúan en otros medios de transporte más contaminantes.
El coste de la primera fracción de 30 min se compensa al ser el abono anual en Madrid más barato que en otras ciudades y con el sistema de bonificaciones que es una novedad de este sistema.

 

BiciMad tótem

Pero una vez que hemos llegado hasta aquí el tener que pagar 0,50€ no iba a echarme para atrás, así que ayer fui decidido a coger una bicicleta. En este momento debo aclarar que estoy acostumbrado a usar mi Strida LT como bici, una bicicleta plegable y muy ligera, por lo que algunas de mis apreciaciones vienen directamente influenciadas por este hecho. Tampoco nunca había usado una bicicleta eléctrica y la primera impresión fue que era muy pesada y grande, tardé unos minutos en adaptarme a ella pero pronto me sentí muy poderoso montado en una bicicleta eléctrica.

El sistema eléctrico funciona a la perfección, tiene tres posiciones (débil / medio / fuerte), se acciona mediante un botón en el manillar izquierdo y realmente se nota en cuanto necesitas ir más rápido. A destacar dos cosas sobre su funcionamiento: tiene una limitación de velocidad máxima de 18 km/hora (si te pasas de esa velocidad se desactiva) y si dejas de pedalear el sistema también se para. No obstante su funcionamiento te permite salir fuerte de los semáforos y no tener miedo de entorpecer el tráfico (en mi caso siempre fui por la carretera). Como decía las bicis se sienten pesadas y grandes, lo cual hace que un servidor no se atreviera a adelantar por los «huecos» ni hacer pirulas de ningún tipo, quizá un conductor más experimentado pueda hacerlo sin problema pero yo no me atreví (mientras estaba subido en ella muchos ciclistas me adelantaban haciendo zigzag entre los coches con sus bicis normales).

 

BiciMAD por Gran Vía

 

Gracias a ir montado sobre una bicicleta eléctrica me atreví a pedalear por Gran Vía, una de las calles con más tráfico de Madrid y no temer en ningún momento por mi vida. La ayuda del motor y esos 18 kilómetros por hora son más que suficientes para una ciudad como Madrid, aunque parece ser que hay quejas sobre dicha limitación y aumentarán a 25 km/hora. Para mí no fue ningún problema.

La parte negativa de mi primer viaje con BiciMAD fue que el freno trasero se bloqueó mientras estaba subiendo Ronda de Segovia y casi provoca un accidente. Por suerte se me averió frente a un taller y consiguieron desbloquearlo para que al menos pudiera llegar a la estación y pusiera la incidencia pertinente. Este tipo de averías son extrañas en unas bicicletas tan nuevas, así que espero que sea un caso puntual.

A pesar de todo, BiciMAD puede ser el impulso definitivo que una ciudad como Madrid necesita para adoptar masivamente el uso de la bicicleta y aunque el sistema informático sea un desastre y la empresa concesionaria no sea la mejor, si con esta implantación conseguimos ver a más ciclistas por la ciudad bienvenido sea. Esperemos que pronto solucionen los graves problemas informáticos y aumenten el número de puntos de anclaje de bicicletas por toda la ciudad. Ojalá que BiciMAD no se quede en una medalla electoral sino en un sistema de transporte público y sostenible que realmente funcione y que dure en el tiempo.

21. septiembre 2014 por José Luis Merino
Categorías: General, Reflexiones | Etiquetas: , , , , , , , , | 1 comentarios

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