Paisaje

La tarde es fría
y una suave lluvia cubre la ciudad.

Te levantas, te acercas a la ventana
y observas en silencio
la poca vida de la ciudad.

Ves tu reflejo en el cristal,
te miras de arriba a abajo,
te quitas la camisa y la dejas caer.

Vuelves tu mirada hacia la calle,
algunos paraguas de colores,
coches que pasan y salpican,
las luces de las farolas
(que se levantan pronto a trabajar.)

Palpas tu cuerpo,
recorres con tus manos
la blanca piel, tus músculos, huesos.
Respiras con dificultad.

Abres la ventana
y oyes el murmullo de la suave lluvia
chocando contra la tierra.

Te asomas al balcón
y las gotas comienzan a caer
sobre tu cabeza y tu torso.

Respiras profundamente el aire frío
y húmedo de la tarde.

Paisaje, José Luis Merino

 

Estoy muy cansado, mucho, desearía vivir ese poema ahora mismo, poder disfrutar del mal tiempo, de la lluvia que hace que me sienta vivo. Pero no tengo tiempo, hoy no tengo tiempo.

Escribí este poema en noviembre y pierde fuerza si uno no se imagina la perspectiva cinematográfica cenital. El poema está «rodado», es decir, está pensando (quizá no lo he conseguido, pero esa era la intención) para evocar en el lector (obviamente el lector tipo de este poema es un lector de la era tecnológica interesado en el cine y los medios audiovisuales) unas imágenes lentas, tal vez en blanco y negro, con alguna música de piano de fondo que se funde con el rumor de la lluvia y con imágenes difusas y borrosas, paraguas, luces de coches, luces de neón, de escaparates, silencio, caminar, paz, soledad…

14. enero 2008 por José Luis Merino
Categorías: General, Mis escritos, Poesía | Etiquetas: , | 11s comentarios

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