¿Guerra abierta por el precio fijo del libro?

Hoy aparece en El País un artículo de Antonio Fraguas titulado Guerra abierta por el precio fijo del libro en el que se habla de algunas cosas, aunque en realidad poco o nada del título que acompaña al artículo (me pregunto si tanto revuelo en un tranquilo domingo como el de hoy lo hubiera tenido el mismo artículo hablando por enésima vez del desembarco de Amazon en España).

En España exista la ley del precio fijo del libro (ley 10/2007), que viene decir que un comprador puede ir a su librería de barrio favorita o a la sección de libros de El Corte Inglés y encontrar el mismo artículo al mismo precio, con un descuento máximo del 5%. Lo que en teoría favorece la supervivencia del pequeño y mediano comercio, pero que en la práctica hace que las grandes cadenas exijan un porcentaje de descuentos mucho mayor al editor y que dicho descuento no aparezca reflejando en el punto de venta, solo en el porcentaje de beneficios de la empresa. ¿Realmente esto favorece al pequeño vendedor? O mejor dicho, ¿realmente necesita de esta protección? Esa discusión la dejamos para otro momento.

Alguno dirá entonces que eso no es verdad, que su prima Maripi es socia del Círculo de lectores y en todas las comidas familiares de esta Navidad no ha parado de repetir que ella se ahorra un pico siendo socia, que los libros le salen más baratos. Y Maripi tiene razón. Al igual que uno no confunde una edición de bolsillo con la edición «en tapa dura» (sea rústica o cartoné), tampoco debería confundir la edición club con la edición «en tapa dura». El Círculo de lectores es un club de lectores y adquiere los derechos del formato club para la publicación de la obra en exclusiva para sus socios y su canal de ventas. El precio final será el que ellos decidan o el que haya figurado por contrato con el editor que ha vendido los derechos a Círculo, pero el que tengan o no el mismo precio que la edición que se vende en la calle no viene regulada por la ley del precio fijo del libro. Son cosas diferentes.

Y llega Amazon para complicar las cosas. Primero vendiendo ediciones en español desde su tienda de Estados Unidos o Alemania y muchas veces con descuentos que hacían que saliera a cuenta comprar fuera de España, pagar los gastos de envío y aún así ahorrarse algunos euros con la compra. Amazon vende también libros electrónicos a través de su web, en su formato propio y únicamente para leer en sus dispositivos, por lo que en una interpretación libre de la ley del precio fijo, los ebooks que vende Amazon podrían ser considerados un canal diferente, al igual que sucede con el precio de los libros del canal club, por lo que en teoría no estaría incumpliendo la ley del precio fijo del libro alguien que vendiera en Casa del libro su novela a 5.99€ y a 3.99€ en Amazon. Lo mismo sucedería con todas aquellas plataformas que abogan por el streaming de contenidos en su propio lector (aunque en ese caso el formato sea el mismo) y no así las que venden con o sin DRM sus libros.

Hace unas semanas discutía con un amigo de una amiga sobre la situación de Círculo de lectores y de cómo yo veía claro el paso hacia un club digital, como parece que va a ser el caso con la plataforma booquo. No es difícil imaginarse una cuota mensual al más estilo Netflix en el que uno puede consumir todo lo que quiere «en la nube» (lo malo: cuando deja de pagar deja de poseer los contenidos, aunque… ¿quién quiere releer el bestseller de turno?) o por el contrario ofrecer ebooks más baratos que sus competidores.

Sea como sea, parece que el precio fijo del libro tiene los días contados. El rumor se empieza a extender y las apuestas dicen que en este primer mandato del PP veremos cómo desaparece esta característica -para muchos obsoleta- del panorama editorial. Veremos cómo mueven ficha todos los agentes del sector. La guerra por el precio fijo del libro siempre ha estado ahí, simplemente ahora lo digital lo hace más visible.

 

P.D: Y ojalá veamos un IVA reducido para los ebooks, ya no un «IVA cero» como algunos proponen, pero al menos dotar del mismo estatus a los libros físicos y a los electrónicos sería una buena manera de incentivar su venta.

08. enero 2012 por José Luis Merino
Categorías: General, Libros, Reflexiones | Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

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